Reflexiones caníbales

Reflexiones caníbales


"Para que haya ricos tiene que haber pobres" siempre se ha oído. ¿Por qué? La sociedad es un caníbal donde el que no tiene quiere tener y el que tiene, quiere tener más. ¿No sería más lógico que todos tuviéramos un poco y no que la gran mayoría no tenga nada y unos pocos lo tengan todo? Eso es lo lógico. Pero el ser humano, aunque se jacta de serlo, no es un animal lógico.

Mientras antiguas estrellas de la canción dan conciertos para unos pocos en países conocidos por la flagrante violación de los derechos humanos a 750 euros la entrada, la población de dichos países está hundida en la más absoluta de las miserias.

Mientras que las familias de estos países están en la miseria, están los jeques, con sus miles de millones, despilfarrando el dinero que no debería pertenecerles, entre otras cosas, viendo a esta anticuada estrella de la canción.

Pero estos jeques existen en todos los lados, no nos equivoquemos. Las familias españolas, en los tiempos que estamos viviendo, lo están pasando tan mal o peor de lo que lo pasaron nuestros padres hace más de 40 años, y nuestros particulares 'jeques' siguen ganando el dinero que no se merecen.

Que este 'jeque' ha hundido una caja de ahorros... no hay problema. Despidámoslo, no sin una cuantiosa y millonaria indemnización y una pensión vitalicia por los servicios prestados... como digo: dinero que no se merecen.

Que las cajas de ahorros dilapidan el dinero que tanto les ha costado ahorrar a las familias españolas durante tanto tiempo... no pasa nada. En su defensa entrará el adalid de turno para rescatarla, con un dinero que no tiene, que tiene que pedir prestado. Pero no nos preocupemos que lo pagaremos todos los españoles hipotecando nuestros futuros cuatro duros de ahorro y todo para que el sistema no se caiga.

¿Por qué tenemos que pertenecer a esta rueda que gira y gira y que se demuestra que no funciona? Si tenemos que volver a los tiempos de la carreta y el caballo... volvamos. Ningún español ha pedido que se salve a los bancos así que... que se hundan. 

A mí no me interesa la economía española, me interesa la de mi familia, y si para que yo tenga , el de al lado no tiene que tener, pues que así sea... pues al fin y al cabo, así es como nos están enseñando. Así que, ¡qué coño!: yo también soy un caníbal.

Roberto Álvarez

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