Relatos: Hoy todo va a cambiar
Amanece, otro día, y ya son muchos los que me tienen retenido en este estúpido lugar llamado vida. Este lugar que me ha dado tantos sufrimientos, también alegrías, decepciones, días de euforia y de depresión. Pero hoy no es un día cualquiera. Hoy todo va a cambiar.
Llegado este momento te planteas si ha servido de algo pasar por todo este calvario. Los días buenos son aquellos en los que el dolor se hace poco menos que insoportable y los malos los que se parecen poco menos que a la muerte, a esa muerte que ya sé que está tan próxima... pero hoy todo va a cambiar.
Ya no soy ni la sombra de quien fuí. Esta sombra ya no tiene nada que ver con lo mucho que llegó a ser ni a lo mucho que quería llegar a ser. Cuerpo débil, huesos rotos, mente hundida... pero hoy todo va a cambiar.
Siempre he leído historias de héroes, héroes anónimos que ayudan a la gente, en cualquier situación, en cualquier lugar, sin pedir nada a cambio. Siempre he querido ser esa persona, ese héroe anónimo que se desvive para que otro sea feliz, para que otro sobreviva, para que otro pueda seguir soñando, pero esa persona nunca he sido yo... pero hoy todo va a cambiar.
Ha llegado mi momento, no me preguntes cómo lo sé, pero ha llegado. El momento en que la vida da paso a otra cosa, no sé qué, pero algo diferente. Atrás quedará el sufrimiento, las alegrías, las decepciones, la euforia, la depresión... porque hoy todo va a cambiar.
Y seguiré viviendo dentro de ti, depurando la sangre que ya solo una máquina puede hacer por ti. Bombeando esa sangre que ya no puede hacer tu maltrecho corazón. Viendo esas cosas tan increíbles que tus ojos ya apenas pueden distinguir. Porque hoy voy a ser ese héroe que siempre quise ser y que nunca fuí. Ese héroe anónimo que no pide nada a cambio. ¿Por qué? Porque hoy todo va a cambiar.
Roberto Álvarez
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